jueves, julio 08, 2010

Contra el viento - Ángeles Caso - Premio Planeta 2009


Pensamos, medimos las consecuencias, imaginamos. O no. O tomamos la decisión guiados por un impulso, un arrebato repentino que nos pone el cuerpo en tensión, la secudida inesperada de los nervios, un pálpito brutal en el pecho, una opresión en la boca del estómago. Una luz que se nos enciende refulgente en el cerebro y lo ilumina todo. No importa. Lo más probable es que nos equivoquemos. La vida seguirá su curso al margen de nuestros planes. como si un grupo de dioses burlones entretuvieran su absurda eternidad en las alturas soplando sobre nosotros, enredando las cosas, complicando las situaciones, retorciendo los sentimientos. El hombre al que jurábamos querer para toda la vida terminará por convertirse en un ser inmuno al que detestamos. La profesión para la que nos preparamos esforzadamente habrá pasado de moda cuando hayamos acabado nuestros estudios. La ciudad que queríamos abandonar se transformará a toda velocidad, hasta que no la reconozcamos y nuestros amigos se irán para siempre y el bar cerrará sus puertas y desaparecerá su recuerdo, como si nunca hubiera existido.

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